Mireia Badia, la campeona mundial de Enduro, anuncia su retiro a los 28 años después de una exitosa carrera repleta de logros, pero también de retos. En una entrevista cargada de emociones y reflexión, la piloto catalana nos comparte su adiós al deporte que marcó su vida y las razones que la llevaron a tomar esta decisión. También, destaca los desafíos que aún enfrenta la mujer en el motociclismo, un deporte históricamente dominado por hombres.
Andorra, 29 de enero de 2025 – Mireia Badia, uno de los nombres más reconocidos en el mundo del enduro, ha anunciado su retirada definitiva de las competiciones a los 28 años. La catalana deja la escena del motociclismo tras haber alcanzado el título mundial en 2024 y con un palmarés impresionante que incluye nueve campeonatos de España. Esta retirada, anunciada tras un largo proceso de reflexión, marca el final de una etapa repleta de logros, sacrificios y momentos de alta tensión.

“Llevo desde pequeña en el mundo del motor, es algo que forma parte de mi vida, pero ahora es momento de mirar hacia el futuro”, explica Mireia en su declaración. Aunque se muestra agradecida por todo lo vivido, no oculta el sentimiento de tristeza que le genera decir adiós a un deporte que le dio tanto. A lo largo de su carrera, Mireia ha demostrado ser un referente no solo por sus victorias, sino también por su perseverancia en un deporte en el que las mujeres siguen luchando por el mismo reconocimiento que sus compañeros masculinos.
Una decisión meditada y marcada por la falta de apoyo económico
El principal motivo que llevó a la campeona a anunciar su retirada es la falta de apoyo económico para las mujeres en el enduro. “El enduro es un deporte que no sale mucho por televisión, y eso hace muy difícil conseguir patrocinadores que te den el dinero que realmente necesitas. Es un deporte que implica grandes inversiones, y competir a nivel internacional requiere viajar y estar lejos de casa durante muchos días”, explica Mireia. A pesar de la ayuda de su patrocinador principal, Rieju, que le permitió compaginar trabajo y competición, la situación económica nunca fue suficiente para seguir en la élite del deporte sin comprometer su estabilidad financiera.
“Es muy difícil seguir sin un sueldo, sin un apoyo real. Hay pilotos en España que tienen la suerte de trabajar en empresas familiares que les permiten compaginar su trabajo con la competición, pero la mayoría de nosotros no tenemos esa suerte”, comenta Mireia, quien, a pesar de las dificultades, se siente afortunada por haber vivido su sueño hasta el final.
Un cierre a la carrera con un sabor agridulce
A pesar de que Mireia había considerado retirarse el año anterior, una lesión que sufrió en Finlandia y que le impidió participar en medio del campeonato, la impulsó a seguir una temporada más. “Querías darlo todo y luchar por el título, por eso decidí continuar un año más”, explica. Finalmente, coronarse como campeona del mundo en 2024 ha sido el broche de oro para una carrera plagada de éxitos, pero también de sacrificios.
Mireia confiesa que, aunque el Mundial de 2024 fue el culmen de su carrera, la decisión de retirarse hubiera llegado igualmente, aunque con un sabor amargo. “Hubiera sido con mal sabor de boca, la verdad. Pero ya sabía que estaba clara la decisión desde el año pasado”. Aún así, se siente satisfecha con todo lo logrado, desde su título mundial hasta sus nueve campeonatos de España. “Nunca imaginé que llegaría tan lejos. Empecé a competir solo para ganar experiencia, nunca pensé que conseguiría tanto”, dice con humildad.
El futuro de Mireia: un vínculo con el mundo del motor que no termina aquí
A pesar de dejar la competición activa, Mireia no se alejará del mundo del motor. De hecho, continuará trabajando con su patrocinador Rieju, empresa con la que sigue vinculada para gestionar la organización de las carreras. “Me ofrecieron trabajo en 2024 para poder compaginarlo con las competiciones, y ahora seguiré ayudando en el departamento de carreras. Rieju me ha ayudado mucho y quiero seguir colaborando con ellos”, explica.
Aunque se retira de las competiciones, Mireia continuará entrenando, aunque con menos intensidad. “Es difícil vivir sin la adrenalina de las competiciones. Estoy acostumbrada a entrenar a tope y a los nervios antes de las carreras. Eso es lo que engancha”, comenta Mireia, quien asegura que el deporte seguirá siendo parte de su vida, aunque de manera diferente.
Una trayectoria que deja huella, pero con retos pendientes
A lo largo de su carrera, Mireia ha sido un referente para muchas mujeres que sueñan con hacer del motociclismo su profesión. Sin embargo, a pesar de sus éxitos, aún queda un largo camino por recorrer en términos de igualdad. “Falta mucho apoyo para las mujeres en este deporte. Cada vez aparecen más patrocinadores dispuestos a ayudarnos con material, pero lo que realmente necesitamos son apoyos económicos”, apunta la campeona. Mireia destaca que, aunque las mujeres están ganando visibilidad, aún se les valora menos en comparación con los hombres, especialmente en lo que respecta al apoyo financiero.
Un adiós con una mirada al futuro
Ahora, con su retiro, Mireia mira al futuro con optimismo. En 2024, además de ganar el campeonato mundial, celebró su boda, lo que añade aún más felicidad a un año memorable. “Este 2024 ha sido increíble: campeón del mundo, de España, me casé… Ya no se puede pedir más”, afirma con una sonrisa. Y para el 2025, Mireia solo espera seguir disfrutando de la moto, aunque ahora desde un ángulo diferente.
“Ahora solo quiero seguir disfrutando del motor, pero de una manera distinta. No sé qué me deparará el futuro, pero estoy emocionada por lo que está por venir”, concluye Mireia.
Con esta despedida, Mireia Badia deja una huella imborrable en el enduro español, tanto por su rendimiento como por su determinación y pasión por el deporte. A través de su legado, sigue demostrando que la mujer tiene un espacio cada vez más grande en el mundo del motociclismo, aunque aún queda mucho por hacer para alcanzar la igualdad total.